Las crisis pueden ser debidas a una situación concreta como un cambio brusco, un duelo por una pérdida, etc. Y también a veces ocurre que hay una sensación de que algo no está yendo bien desde hace un tiempo y no parece haber un motivo concreto. En cualquier caso, estas crisis son una oportunidad para reconstruirse.
No siempre podemos llegar a una consulta psicológica con un diagnóstico muy claro como: "yo tengo ansiedad por esto y lo otro", o "yo tengo depresión hace tales años". A veces no llegamos a tener depresión totalmente ni crisis de ansiedad claras ni nada concreto. Simplemente no estamos bien, o no estamos como antes, o no estamos como creemos que deberíamos, y ya está. Que no aparezca esto con un nombre claro no significa que no lo esté viviendo mucha gente.
Las crisis son algo consustancial al ser humano, y se suma que el sistema no nos lo pone fácil tampoco para atravesarlas. Así nos podemos ver atrapados en situaciones de infelicidad o de falta de sentido sin saber qué ha pasado o cómo arreglarlo.
Si crees que puede ser tu caso y que te vendría bien un acompañamiento profesional que te pueda orientar en esto respetando tus decisiones, tu ritmo y tus necesidades; aquí puedes ponerte en contacto.